El tango
Entonces, Gardel cantó, como sumido en un presagio, la última frase de ese famoso tango “Vivir / con el alma aferrada / a un dulce recuerdo / que lloro otra vez”. Sin saber que ese verso sería el último que saldría de sus labios.
Entonces, Gardel cantó, como sumido en un presagio, la última frase de ese famoso tango “Vivir / con el alma aferrada / a un dulce recuerdo / que lloro otra vez”. Sin saber que ese verso sería el último que saldría de sus labios.