Perdóname

Siento un viento helado que hace que me despierte. Veo su mirada fría y sin alma, y su piel terriblemente blanca. Me aprieta el cuello con fuerza, cada segundo se me hace más difícil respirar.

Perdóname... Ojalá te hubiera creído

Autor: Elisa Aguado Laureano, 11 años