Reforma se pinta de colores por la diversidad
Publicado originalmente en Manos y Voces por la Cultura y la Identidad AC (2018)
El pasado sábado 23 de junio se llevó a cabo la XXXIX marcha por la diversidad sexual en la CDMX. Como ya es costumbre, fue una marcha llena de música, colores, vestuario y un ambiente muy festivo.
En México, la lucha por los derechos de los homosexuales empezó en 1979 con la unión de tres grupos: El frente Homosexual de Acción Revolucionaria, Grupo Lambda de Liberación Homosexual y el Movimiento Lésbico Feminista en México. Ellos exigían gozar de los mismos derechos que el resto de las personas y que acabara la violencia ejercida por parte de policías y de la sociedad hacia las personas que compartían sus inclinaciones.
Durante la época de los 80 fue cuando las marchas comenzaron a tomar popularidad en todo el mundo, sobre todo para concientizar y luchar contra el VIH-SIDA que en esa época se empezaba a conocer y cobró la vida de muchas personas. Esto ayudó a que en ese tiempo se crearan organizaciones no gubernamentales que brindarán información y ayuda para frenar el avance de este virus.
Ya en los 90 el gobierno se involucró con este movimiento y empezó a realizar campañas para la prevención del VIH-SIDA y a recomendar el uso del condón para minimizar el riesgo.
Actualmente, durante la Marcha, podemos encontrar también algunos Stands para la detección gratuita de diferentes ETS, condones gratis, volantes de prevención, entre otras cosas.
También muestran su apoyo diferentes negocios como Warner music, Burger king, Doritos, algunos bares, y algunos partidos políticos defensores de esta causa.
Pero la marcha no es la única forma de expresión que hubo este año, se sumaron también algunas exposiciones, teatro y performance en donde se aprecia una mirada del movimiento homosexual en México. Estas exposiciones se llevan a cabo en lugares como el Museo Universitario del Chopo, el Museo Memoria y Tolerancia, el Centro de la imagen, el Campo Marte, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, Teatro Milán y el Centro Cultural José Martí.
De esta forma se integra una lucha constante por el respeto y por la igualdad de derechos para todos sin importar las preferencias sexuales y la identidad de género que los represente.