Caminas despistado y tomas el primer carrito de súper que percibes cerca de ti, inmediatamente te percatas de que ya hay otra mano ahí. Volteas, notas que la mano le pertenece a una hermosa mujer que te mira intrigada.

Retiras tu mano rápidamente, te alejas y te pones gel de inmediato. No hay romance en época del coronavirus...