A él le encantaba la lluvia, porque amaba ver cómo ella se divertía bailando mientras su cabello goteaba por todas direcciones.
Él disfrutaba las noches, porque podía sentir el aroma de ella cubriendo toda la recámara y eso lo ayudaba a dormir profundamente.
Siempre miraba hacia las altas copas de los árboles porque sabía que a ella le encantaba ver cómo caían lentamente las hojas en otoño.
Pero por sobre todas las cosas, él amaba dormir y soñar, porque era la única forma en la que podía hacer que ella volviera a estar entre sus brazos...